LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

sábado, 29 de septiembre de 2007

José Luis Anaya, pintor trinitario

Primero fue la revolución, la crisis, la primavera. Florecieron mil flores, como en el cuento chino. Unas bellísimas, otras venenosas, algunas meramente decorativas. ¿Y ahora? Estamos en la postrevolución, o sea, en la postmodernidad. Pero vuelven a florecer mil flores. Seguimos en primavera, esa primavera feroz de que hablaba el poeta (Dámaso, creo). Y por eso surge la pregunta de cómo nos orientaremos por este mundo continuamente primaveral del arte. Del arte de la pintura. Que vivió su primera primavera (feroz) cuando surgió o más bien se perfeccionó la fotografía. ¿Realismo, para qué? Pregunta leninista: ¿la pintura, para qué? José Luis Anaya (Utrera, Sevilla, 1971) lo tiene claro. Habla de Velázquez como de un pintor contemporáneo. Es, enfatiza, un pintor contemporáneo. Pero ya no hay que elegir. O hay más donde elegir, donde mezclar, donde ir, machadianamente, de lo uno a lo otro. Significativamente, a José Luis Anaya los dos pintores que más le influyen son Luis Gordillo y Antonio López. Otro cualquiera los hubiera tenido por antitéticos, por irreconciliables. Pero no José Luis Anaya, que va del realismo a la abstracción pasando por la poesía. Si en el jardín nos caben mil flores, ¿para qué conformarnos con una?

No se trata de eclecticismo, ni de duda, ni de inseguridad. Es el ojo el que manda, es el ojo el que ve. Una mirada, eso es la pintura. Una cierta imagen mental de la realidad, una literatura sin palabras. Interiores, paisajes, retratos…, en los colores, una modulación leve de contrastes, una tendencia a lo plano. Como en la poesía más actual, que gusta del decir asordinado, sin estridencias románticas, sin declamaciones decimonónicas. Ni siquiera Rimbaud, que es ya un poeta para adolescentes frikies.

Este pintor tiene alma de poeta. Pero no va de genio, sino que va a sus clases en un instituto de Algeciras o viene de su estudio en Utrera, la del color de fuego, la del calor de secarral sureño. Pero en José Luis eso no influye. Un frío cálido. O sea. Una Andalucía nórdica y precisa, a la altura de los tiempos. Como siempre.

¿Crisis del realismo? Crisis de la realidad, mejor. Por eso hay que dejar la realidad en los cuadros. Para que los que vengan después vean lo que vimos, lo que vivimos. Imágenes paradas en el continuo movimiento del mundo. Por eso quizás en los retratos de José Luis Anaya aparecen tantas veces personajes con cabezas que se desdoblan, como en la vista doble del borracho. Borrachera del tiempo, estático y vertiginoso. Doble fondo de la realidad, apariencia fija y misterio que intuimos. Nuestra sociedad necesita de un nuevo lenguaje. O sea, del de siempre. O sea, del de ahora. Entre Luis Gordillo y Antonio López se interpone Velázquez. José Luis Anaya es decididamente un pintor trinitario. Como que tiene tres lentes para mirar el siglo XXI. La apariencia figurativa. La estructura recóndita. La poesía que une ambos niveles. Todo eso cabe en su pintura, por ese camino va. La fotografía no ha muerto. La pintura, tampoco.

(El País, edición Andalucía, 28-9-07, suplemento Signos)

Huy, huy, huy

Al fijarme ahora en la encuesta sobre suplementos literarios, he advertido con horror, temblor y pavor que me había olvidado nada menos que de EL CULTURAL del diario El Mundo. Despiste grave, y además irreparable, a no ser que empezáramos de nuevo, volviendo el contador a cero. Posible solución: que en la opción "Otros" consideremos que está incluido el mentado suplemento.

viernes, 28 de septiembre de 2007

... y riesgo

Ante unas cervezas, al caer la tarde, mi amigo enfatizaba:
-Yo no quiero iglesias, ni capillas, ni escuelas, ni colectivos, ni partidos... Yo necesito y quiero pensar por mi cuenta...
Como me pareció que no acababa de terminar la frase, se la terminé yo mismo:
-... Y riesgo.
Durante unos incalculables segundos, vi brotar en el rostro de mi amigo unas perlas frías, es decir, no las vi, pero pude imaginármelas. Poco después de la ligera y casi invisible demudación de su rotro, exclamó:
-¡Por supuesto!
Me alegró esa declaración de valentía. Pero como se hacía tarde y teníamos que despedirnos, no pude decirle que el hombre que piensa no está libre de riesgos ni en el cuarto más cerrado de su casa.

martes, 25 de septiembre de 2007

Los "Fuegos fatuos" de Camillo Sbarbaro (y II)

Felicidad, te he reconocido en el murmullo de los pasos con que te alejabas.

Inofensiva, la adolescente, cuando se la mira: la plancha que, fría para la vista, es incandescente.

Sólo lo que no se paga cuesta.

Prueba a preguntar a quien la habla desde la cuna por los elementos de su lengua; al ciclista por cómo se va en bicicleta… Sólo se puede enseñar aquello que se desconoce.

Aplazar, aunque sea un poco, es jugar al azar.

Matemáticas: un mundo que el hombre se ha fabricado para respirar allí al menos alguna certeza: su tierra firme, no importa si ella también ilusoria.

Quien te alaba se inciensa.

Ha florecido sobre la playa el lirio de mar; bajo a recogerlos; desde la carretera uno que pasa me grita que allí todo está minado. Lo sabía, pero…

En el gesto del niño que rompe su juguete, el germen de la metafísica: la exigencia de que detrás exista algo.

Al paso de una que pasaba: lleva el sexo como el sacerdote la hostia.

En la vida como en la trinchera, levantas la cabeza y silban las balas.

Ningún grito más atroz al oído como el silencio del insecto bajo el dedo que lo aplasta.

Cada línea que escribo, un ex-voto que cuelgo: «por la gracia recibida».

Amigo es aquel con quien se puede permanecer en silencio.

Cada barca, un nombre de mujer: los pescadores confían al mar sus declaraciones de amor.

Es un cualquiera; pero con sus primeros pasos una madre se alegró, una mujer tembló entre sus brazos, un hijo lo llorará. Nadie puede tener más.

Si tu deber es al mismo tiempo tu placer, ¿qué otra felicidad buscas en esta tierra?

Achicoria o bistec, vivimos siempre por la muerte de los otros.

«¿Qué tienes? ¿Te encuentras mal?» —Rumiaba un verso. Pensar desgasta.

Será el cuerpo humano lo mejor de la creación, pero siempre será un edificio donde la mayor parte del espacio está ocupado por los «servicios».

Prodigalidad, recurso del pobre: el modo que tiene de no sentirse pobre.

Porque lo anudamos a la muñeca, creemos haber anillado al tiempo.

Dicen que la vida es una estafa; pensaba más bien que era un negocio.

Entrego las pruebas de mi última compilación botánica: treinta años de investigación, ciento veintisiete especies, nuevas para la ciencia. He echado una mano en el inventario del mundo.

En los parterres de Rapallo el cartel: RESPETAD LAS ROSAS. Un imperativo definitivamente aceptable.

En la imagen convulsa que del mundo refleja el periódico, es un poco, la tercera página, el soplo del Espíritu sobre el Caos.

Leerse, para convencerse de haber existido.

En la mujer le conmueven los pechos: la Abundancia, a sus ojos de pobre.

Cuando lo que entiendo no me gusta, no por ello disminuye mi fe en el autor: se refugia en aquello que no entiendo.

Cuando al escribir me viene la sospecha de que pierdo el tiempo, bah, me digo, siempre queda el hecho de que me divierto. Y además, escribiendo fumo: en el peor de los casos, tengo una coartada.

lunes, 24 de septiembre de 2007

Cierre, balance y próxima apertura

No debe existir en absoluto 44%27
Debe pagarlo el Estado 31%19
Debe pagarlo el usuario 25%15

Paramos el contador. Ahí quedó (cuando los votos son 61). ¿Conclusiones? No sé si de una encuesta, o de una estadística, se pueden sacar conclusiones. Pero, observaciones, yo saco éstas.
Los partidarios de que no haya que pagar canon alguno son 27 (44%), pero los partidarios de que sí son 34 (56%). Una diferencia discreta, aunque en modo alguno abrumadora.
Ahora bien, como de estos últimos 19 (31%) opinan de que debe pagarlo el Estado, y sólo 15 (25%) que lo debe pagar el usuario, podemos sumar los dos primeros grupos (que no se pague o que lo pague el Estado), y entonces sí que sería la diferencia abrumadora: 42 (75%) frente a 15 (25%). La inmensa mayoría entiende que él/ella no tiene que pagar por lo que lee en una biblioteca. Y si alguien tiene que resarcir al editor/autor, pues... allá se las compongan.
No sé si los votantes conocen la diferencia entre el canon bibliotecario (pago por ejemplar prestado) y el canon que pretende implantar (o ha implantado ya) la SGAE, que no es por lo que te descargas o reproduces, sino sobre lo que podrías descargar o reproducir. O sea, la vieja distinción entre acto y potencia. Doy en suponer que sí, que la diferencia es conocida.
Lo curioso es que cuando él/ella va a un video-club a alquilar una película (vamos, a que se la presten), paga sin rechistar. A mí esto es lo que me choca. No sé a vuesasmercedes.
En fin, que pronto abriremos la nueva encuesta. Y ya anunciamos el tema: los suplementos literarios.

Teoría y método del subrayado

* La cuestión de si los libros (los nuestros, claro, no los de los demás) debemos subrayarlos o no recibe una nueva e interesante aportación, esta vez desde Nibelheim (desde allí mismo deja otro comentario savateriano, ejundioso y dolido, y que abre, me temo, posible discusión sobre el nuevo partido de Rosa Díaz et allii) en su entrada correspondiente. Que a su vez remite a otra anterior. He pensado hacer en su momento de relator de las aportaciones, resumirlas, ordenarlas y... quizás nos salga algo así como una Teoría y Método del Subrayado (aunque me temo sea más difícil esto de escribir que la mismísima Crítica de la Razón Pura).

* A quien me escribe desde una dirección de no-reply debo, sí, reply, que he buscado ese comentario supuestamente enojoso y que no lo encuentro. Si algún día lo encontrare, no le quepa duda: sus deseos son órdenes.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Me sopla España

Dice Savater (jamás un ingenio más brillante circuló más a oscuras por las carreteras de nuestro país) que la idea de España "se la sopla", como antes dijo que "se la suda", lo cual no deja de ser, aparte de metáforas más o menos húmedas o aéreas, un hito recordable en el lenguaje filosófico perfectamente entendible, y no como Kant o como Sanz del Río, que no se les entendía casi nada.
Por cierto, que añade nuestro filósofo de prisa (y de PRI.SA), y por ello quizás, por lo de la prisa digo, algo atolondrado, que "España es una cosa que no me produce ni frío ni calor, es una entidad metafísica que no me interesa en absoluto": y la verdad, extraña un tantico que precisamente un filósofo rechace o minusvalore algo por ser precisamente una entidad metafísica. Es como si un médico despreciase la Anatomía o un carpintero calumniase el martillo o la garlopa.
Metafísica o no, la idea de España podrá ser efectivamente una idea, pero es también una realidad: la realidad histórica de España, cosa que no sabemos si Savater habrá estudiado a fondo. O no. Que ya se sabe que tanta cámara y tanto foco y tanto libro urdido, o zurcido, en poco tiempo y mucho éxito (mediático) no dejan tiempo casi pa na.
Pero si no se respeta la metafísica, al menos sería de agradecer que se respetase la lógica. Dice Savater que "España será lo que los españoles quieran" (¿a qué nos suena esto...? ¡Sí, a Ibarreche retraducido al castellano!) porque "a escala nacional, no hay más autodeterminación que la de los españoles". Y es que a Savater le interesa el Estado, le interesan los ciudadanos, y de la patria dice (o repite la chorrada de) que la única verdadera es la infancia.
Ahora bien: Estado e individuos son cosas contrapuestas, aunque no excluyentes entre sí. O España es meramente un Estado (cosa perfectamente compatible con la doctrina nacionalista, por no decir idéntica) o es un conjunto de individuos en permanente asamblea (¡Ay, Fernando, que ya no estamos en los felices tiempos de los PNN!). En ambos casos sería legítima la opción de una parte o de un subconjunto de dividirse o separarse, abriendo un proceso interminable de mitosis celular. Que no tiene necesariamente que terminar en el cantón de Cartagena, sino incluso más lejos. ¿Por qué Olivenza, que será también un mero conjunto de ciudadanos, no podrá decidir volver a ser portuguesa... o independiente?
Pero España no es meramente un Estado, o una Constitución vigente, o un número igual al de ciudadanos hoy vivos, sino una historia, una aventura, una singladura, y sobre todo, España significa muertos. España son sus muertos. Los de ayer, y los de anteayer y los del siglo XIII. Es verdad que los muertos no votan. Pero no es menos cierto que nosotros votamos por ellos. Porque hemos recibido su herencia. ¿Podemos rechazarla? Claro. Eso hacen algunos. Lo saben los notarios.
Yo -como otros muchos- no quiero rechazarla, ni en lo que tiene de bueno, ni en lo que tenga de malo. En todo caso, intentaremos mejorarla.
Ya sabíamos que Savater no cree en la vida eterna (ver notas de lectura, 1, 2, 3, 4 y 5); ahora sabemos que tampoco cree en la vida meramente histórica. España es una tómbola en que se rifa todo cada cuatro años.
A mí, querido Fernando (porque yo a Fernando lo quiero, que diría el ministro Bermejo), España no me la sopla, sino que me sopla. Y a veces con furia. Sobre todo cuando veo a ciertos filósofos (que no filósofos ciertos) no ya despreciar la metafísica o suprimir la historia, sino atentar contra las reglas del juego de la lógica. Y eso sí que no, la lógica no me la toquen.
Porque si España es una idea, es una idea... lógica. Y donde mejor se ve es al contraluz o por contraste: después de todo, gracias, Fernando.

Andrés Sorel wrote

Estimado/a asociado/a:

Me pongo en contacto contigo para informarte de la situación en la que se encuentran

las negociaciones con el Gobierno sobre la compensación por copia privada,

puesto que su estado actual afecta directa y negativamente a los intereses económicos

de autores y editores.

Si la ultima propuesta que ha presentado el Ejecutivo sale adelante, autores y editores

verán disminuir en más de un 30 % las cantidades que ahora reciben como

compensación por la copia privada de sus obras. Esto supone, además, que

se convertirán en el colectivo más desfavorecido del sector cultural y artístico en

España, puesto que a otros sectores, como el de la música, se les ha garantizado

la recaudación actual por este concepto.

Ante esta situación, todo el sector del libro está haciendo gestiones para evitar

lo que parece inminente. Pese a los esfuerzos del Ministerio de Cultura, está

resultando muy difícil modificar la situación, ya que el Ministerio de Industria

parece estar más próximo a las reivindicaciones de las multinacionales tecnológicas

(que son las que tienen que abonar esta compensación).

En definitiva, estamos pasando por un difícil momento en la defensa de los legítimos

intereses de autores y editores, pues la oferta actual supone dar importantes pasos

atrás sobre los avances conseguidos en los últimos años.

Ante esta situación, hemos querido que todos los asociados estéis informados y

seáis conscientes del problema. En las próximas semanas os comunicaremos,

bien el desenlace de la negociación, bien su proceso. Si tienes cualquier idea,

sugerencia o ayuda que aportar, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

Un cordial saludo.

Andrés Sorel

Secretario general de ACE

Bablé no escribe en bable...

... ni en jeroglífico o jerigonza (como la mayoría de esos poetas que antologa cada semana Amalia Iglesias en el ABCD), sino en purísimo y preciso castellano. Maneja el endecasílabo blanco (ese que tanto defendía y practicaba Jovellanos, ayer, como hoy el autor de Europa ) con naturalidad y contundencia, con flexibilidad coloquial que no excluye finales lapidarios. No siempre se ajusta José Antonio Bablé a ese metro en Presente anterior, como tampoco en el pliego titulado Apariciones, número 9 de la colección Sietemares que con tanto acierto (acierto que esperamos continúe en el futuro) dirige desde Cádiz Mercedes Escolano. Allí, por ejemplo, este poema heptasilábico, "El cuaderno de notas":

"Releo algún cuaderno

antiguo con poemas.
La ansiedad se desborda.
Los curvos caracteres
azulados distraen
la tarde que sestea
sobre los anaqueles.

Muere pronto la intriga.

Envejecieron jóvenes,
como aquellos periódicos
atrasados que apilo
en mesas y rincones,
amarillos del aire
polvoriento que filtra
la hendida claraboya.

Gloria al tiempo que pasa."

Claro que el heptasílabo, según los tratados de métrica, es el perfecto complementario del endecasílabo. Y la gloria, de la elegía o la nostalgia.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Los "Fuegos fatuos" de Camillo Sbarbaro (I)

Camillo Sbarbaro (1888-1967), además del poeta de Pianissimo o Rimanenze, además del botánico reconocido como autoridad mundial en líquenes, fue también autor de los libros de prosa Trucioli, Cartoline in franchigia o Fuochi fatui. De este último tradujimos (*) algunos aforismos que vale la pena recordar ahora. Helos aquí, en dos entregas de la que ésta es la primera:

Un cosa existe cuando es dicha; es la palabra la que da consistencia (y duración) al mundo.

La rima: una dificultad que es un impulso, cuando no es un resbalón.

Carece de punto de apoyo: por eso es estable.

Del día que se nos escapa de entre las manos parece que ha quedado alguna cosa que escribir en el diario: hoy, sol.

Una carta de amor que no fue abierta, la soltera.

La lógica es para la realidad lo que la puerta para los lugares a los que se accede desde cualquier sitio menos por la puerta.

En la vida, como en el tranvía, cuando consigues sentarte ya llegas a la parada.

El descontento con aquello que he escrito es el abono de lo que escribiré.

La vida es una tela que los jóvenes ven del derecho, y los viejos del revés.

La más próspera, la industria de la muerte.

Beso, o el mordisco civilizado.

El avión a reacción ramonea en el cielo con su hocico de plata.

Esperanza: el puñado de heno que el carretero pone delante y fuera de su alcance al rocín.

Matrimonio, o el amor en conserva.

La corbata, o el nudo corredizo.

Por sus prestaciones pedía honorarios irrisorios, de tal modo era avaro.

Más fácil escribir que tachar; más que en aquello que se arriesga a decir, el mérito del escritor está en aquello que se arriesga a callar.

Hoy, todavía, un liquen nuevo: el mundo no está acabado de hacer.

No sería tan malo que hubiese tantos analfabetos si los demás supiesen leer.

Ministro de Instrucción Pública, me destituirían con la primera providencia: aboliría las escuelas. La instrucción volvería a ser lo que es: el privilegio de quienes lo merecen. Para lo cual no habría necesidad de enseñantes: se aprendería por uno mismo, que es el único modo de aprender.

La sabiduría de los proverbios está en el contradecirse.

Para pedir la carta de los vinos pedía la partitura.

Cubismo, o el hombre que se acuerda de cuando era cristal.

Paraíso quiere decir jardín. El étimo de la palabra es su anatomía; como la otra, casi siempre mortificante.

Quien ama y pide correspondencia es un rico que mendiga de un pobre.



(*) en Clarín. Revista de nueva literatura, núm. 55 (2005), pp. 49-50.


Ahora que empieza el curso escolar...

Lo que más me impresionó ayer de la entrevista de Carlos Herrera a El Pocero fue que este self made man manchego, creador de un emporio empresarial (creador, por lo tanto, de miles de puestos de trabajo) ¡nunca puso sus pies en una escuela!
Menos lobos, señores pedagogos.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Lo que he viajado este verano

Un largo paseo por Valladolid y alrededores, con descubrimiento de Gregorio Fernández y breve escapada a Galicia.
Para cambiar de aires, un demorado itinerario por Inglaterra, Gales, Cornualles... Un viaje sentimental y, por tanto, literario. Antonio Rivero Taravillo fue un guía experto e impagable.
Y hasta me ha dado tiempo a mirar escaparates y entrar en tiendas por Pamplona de la mano de Adaldrida. No compré nada (tampoco entendí nada), pero me divertí mucho.
Bueno, se acabó el verano.
Ahora empieza el verdadero viaje. O sea, el cursus.
Favor, socorro, ayuda.

sábado, 15 de septiembre de 2007

El desnudo como remedium concupiscentiae



En Giovanni Papini, cuyos cuentos y ensayos redescubro estos días, ésta cuanto menos curiosa, si es que no paradójica, observación:
[...] Y también por otra razón Miguel Ángel consideraba la escultura como emperadora de todas las artes: porque es remedio de la sensualidad.
La concupiscencia es muy excitada por el cuerpo humano desnudo; la escultura, arte por excelencia del desnudo, consigue disociar, con la perfección misma de las formas, el estímulo lascivo de la contemplación de la desnudez humana. La sublimidad de la creación plástica purifica, en el espectador, todo bajo impulso carnal. La escultura perfecta es catárquica; el escultor es, a su modo, un moralista.


(G. Papini, "Pensamientos sobre Miguel Ángel", en Descubrimientos espirituales, selección y traducción de Vintila Horia, Buenos Aires, Emecé, 1951, p. 137)

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Por una vez, de acuerdo

No sé si será grave, pero por una vez estoy de acuerdo con una decisión del gobierno. O más exactamente, con una medida anunciada por la ministra Cabrera. Brama don Federico: ¡pasar de curso con cuatro asignaturas supensas!
Pero es que no es exactamente así. Ahora mismo, el alumno de primero de bachillerato que suspende tres asignaturas se ve obligado a repetir el curso completo. No es justo ni razonable. Lo que propugna la ministra es que al alumno al que le queden cuatro asignaturas (como máximo) tenga dos posibilidades: o hacer esas cuatro asignaturas, sólamente, o bien además de esas cuatro cursar también las de segundo. La noticia bien contada (y no como la cuentan en el programa de don Fede) se puede leer aquí.
Así que no se "pasa" curso ni esas asignaturas quedan aprobadas.
Siempre he defendido que la unidad de conocimiento es la asignatura, no el curso.
Así que por una vez estoy de acuerdo con el gobierno. Me lo haré mirar, porque esto ya es raro, ya.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Algo más que ETA en la agenda política española

Cansino, recurrente, omnipresente, treinta años y seguimos en lo mismo. Una banda de pistoleros se permite el lujo de marcar la agenda política española. ¿Por qué? Porque la dejan, o la dejamos. Son pistoleros y se pretenden políticos. Quizás lo sean, pero de manera maligna y cancerosa. El que quema el monte y el que hace hervir nuestros guisos, todo es fuego.
¿No hay otros problemas? Y no pocos, la vivienda, la sanidad, la economía, la educación... Pero los tapa la banda, que asume el primer plano. ¿Hasta cuando? Hasta que queramos. Para vencer sólo se necesita una cosa: la voluntad de vencer. Pero falta eso, querer vencer, derrotar al enemigo.
Dice Zapatero desde Los Oscos: «Que ETA sea consciente de que sólo tiene un destino, el fin de la violencia». Claro, todas las guerras terminan en la paz. No dice su derrota, no, dice el fin de la violencia. La vicepresidenta de la Vega es aun más clara cuando enfáticamente proclama que "hoy" no es posible el diálogo.
También la banda sabe que su destino es el fin de la violencia... cuando la violencia haya alcanzado sus últimos objetivos.
En fin, que al proceso no se renuncia, al menos como aspiración. Hemos retrocedido cuatro años. Cuatro años como cuatro siglos. Y no está descartado que aún retrocedamos más. Algunos van que escarban hacia el siglo XIX.

viernes, 7 de septiembre de 2007

Correspondencia

Tengo que ordenar al banco que en adelante no me mande más correspondencia. Cada nueva carta es una nueva depresión. O recaída en la misma. La de siempre.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Para la reforma del Senado

Que efectivamente lo sea. Que nadie pueda ocupar un escaño de senador si no ha cumplido, por lo menos, la sesentena.

lunes, 3 de septiembre de 2007

De la entrada de ayer

Muy poco después de colgarla, ya me di cuenta de que la entrada era muy mala. Casi un paradigma de lo que no debe ser una entrada, o post, o apunte. El tema era tan vasto (la inteligencia, el alma, los animales...) que era como lanzar al vacío sideral al lector y además sin paracaídas.
Un post debe ser lo suficientemente abierto como para que el lector respire, pero no tanto que se quede sin oxígeno por la descompresión.
A la postre sólo valía por la noticia: un libro raro de un autor curioso, que lo había escrito a la edad de diecisiete años, lo que resulta más curioso todavía.
Menos mal que en las glosas y apostillas vinieron los auxilios: una bibliografía actualizada, unas pistas, unos indicios. Ventajas de no estar solos.
Como penitencia, he añadido a la entrada una nueva etiqueta: catálogo de ignorancias.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Animales de fondo

Dios ha creado los animales para que nos demos cuenta de cómo la inteligencia puede existir sin alma.

[Y, por cierto, la cuestión tiene, era de esperar, bibliografía.]